lunes, diciembre 26, 2005

Era verdad

Me dijeron que ella tenía veneno
y pensé: qué poco original.
pero ha pasado el tiempo y todavía duele
como la ponzoña de esos peces, con la marea.
Va y viene, es soportable.
Pero han pasado años y todavía duele.
Debe haberse clavado en algún sitio difícil de localizar,
algún órgano insensibilizado por misericordia,
que algunas veces resucita, y recuerda,
que ahora la luna anda de aquí para allá,
que luego la luna vuelve de allá para aquí.
Así que era verdad, ella tenía veneno,
porque pasa la tarde y la noche y se acaba,
todo se desdibuja fíjate en esa mancha que anda por la pared
el otoño se vence y el invierno y se gana
y aún así cuando vuelvo la mirada hacia el cuerpo
y repaso la lista de brazos y de piernas,
de riñones y ojos y todas esas cosas,
algo que no adivino se me escapa,
y todo es por la culpa del dichoso veneno.

2 Comments:

Blogger AMEIS said...

Tal vez sea tu musa envenenada, Imerjofen. ¿Seguro que era verdad?
¡Qué pesada me pongo! Lo que quería decir es que me gustó el poema y ver que vuelves a escribir en tu poeta en bicicleta!
Besos,
saldama

2:23 a. m.  
Blogger Fer said...

Seguro, era verdad, de verdad de la güena. Un beso, saldama.

3:24 a. m.  

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