domingo, enero 08, 2006

Claro de luna

Cuando uno está bien borracho, bien borracho,
se ven las cosas claras cristalinas.
Se ven los colmillos, los ojos, las sonrisas, pero las verdaderas.
Cuando uno está bien cargado toda la realidad se hace patente, csai dolorosa.
Uno ve todo.
Los colmillos, como he dicho, los ojos, las sonrisas, pero las verdaderas.
Y es estupendo, y dan ganas de estar siempre bien ebrio.
Esto no debe enseñarse si quiere uno dar buen ejemplo.
Es más correcto decir obrigado pela sua comprençao.
Donde va a dar.
Aún así, la hermosura existe y caprichosamente puede golpearte, y la verdad, en eso siempre está uno indefenso.