jueves, julio 16, 2009

Ni siquiera parpadear

Estos meses transcurren solamente
por aquella injusticia.
Y tú cierras los ojos
debatiéndote
entre ser la hermosura y abarcarla.
Como una fiera te distraes
con tiestos con flores con insectos viandantes
y te giras y catapultas tu iris
(y ya no quedan dudas)
y así empiezan asuntos como el del Vesubio.