martes, enero 25, 2005

El Enfermo

A veces el enfermo quería enfermar
soñar el mar
nadar

Se encontraba que la fiebre le quemaba
costaba andar

¡Qué tonto encuentro se daba a veces!
La sonrisa de ella y la cara de los peces.

A veces al enfermo todo le supuraba
pero quería enfermar
tocar el mar
vagar
mirar a donde el agua se oscurece.

¡Qué tonto encuentro se daba a veces!
La sonrisa de ella y la cara de los peces
le llenaban de heridas
pero el tonto vivía
de enfermar.