jueves, octubre 26, 2006

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Hay días en los que llego a casa
y simplemente me jode
la mierda del problema metafísico de la existencia
o tal vez es la gripe
o este tiempo infame.

sábado, octubre 21, 2006

3:40

Ni a mí. Ni a mí.
3:40 o 3:41, el cenicero lleno.
Camina por el borde.
Arriba el faro nuevo, abajo caminamos
por el borde del viejo.
y la lengua de luz muriendo.
3:42, las últimas caladas, los ojos pesan.
dos ráfagas, el viento que se arrastra
desde el acantilado,
hiriendose en las rocas,
se cuela por tu cuello.

sábado, octubre 14, 2006

Caída de ángel

La escarcha comienza a ser escarcha
y el viento cálido se detiene.
Escucha un momento.
Algo se ha rasgado
y es un sonido terrible.
Comienza a atardecer,
el sol está dejando agujeros por todas partes.
Ayer no fue igual
soplaba un viento cálido
la escarcha era casi diamante
y el sol se despidió amablemente.
Todo estaba lleno.
Los ángeles formaban una fila perfecta.

martes, octubre 03, 2006

Manual para NO dejar marchar

Si la sangre aún recorre insolente las venas
quédese quieto,
anúdese los brazos y las piernas.

Que toda se concentre en los ojos,
que en los ojos haya una masacre
una venganza un genocidio.

Deje entonces actuar a las pestañas,
que de ellas mane
como si fuera una llamada,
una absurda estalactita llorando
rojo puro.

Espere mientras la silueta
deja de estar ahí y hasta que quede sólo
la silueta.

Bastará un objeto cualquiera
o la simple molestia en la retina
de tanta sangre derramada.

Espere, no se vaya, quédese aún después de vida y media
- si se muere esperando merecerá la pena -
y aún cuando alguna rosa
perdida una mañana
distraiga con su tacto
la voluntad del llanto
no deje de mirar.

No escuche a quien le diga
'tu vida ya ha pasado y ella no volverá'
ó
'la silueta que miras estuvo y ya no está'

Hágame caso, el infierno no queda al final del viaje.

Manual para marchar (por Ale)

Despídase de los justos
con abrazo sólo a los vinculantes sanguíneos
al resto basta con una palmada en la espalda
sin demasiada implicación
ni lágrima rota.

Si no quiere alimentar la intención de retorno
no diga nuca eso de
“nos vemos a la vuelta”
la gente cree esas cosas y espera media vida.
Nadie espera una vida entera.

No se lleve nada que le recuerde a usted mismo
para dar pasos nuevos
tiene que olvidar cualquier paso dado.

La maleta ligera. Para que no pesen los vicios.

Marche por la noche
con nocturnidad, alevosía y cara de pocos amigos
evitará que los vecinos se atrevan a preguntar
y que le brille el lagrimal al reflejo del sol.

Siéntese en la esquina del coche, tren o avión
para ver el exterior,
suspire hondo
y, con todo el dramatismo que le sea posible
diga aquello de “siempre nos quedará París”.

Cuando uno marcha
se va de
pero llega a
es primordial que no se le olvide el detalle.