martes, septiembre 26, 2006

Manual para dejar marchar

Se necesita: ojos capaces de lágrima abundante,
caparazón acorazado,
alma un tanto pedante,
uñas para morder si hiciera falta.

Un algo que al marchar nos hiera tanto
que congestione sin remedio la garganta.
Un amor sobre todo,
que se marche,
en la boca un sabor amargo
a para siempre.

Procédase a sufrir de tal manera
que el mundo deje de girar y esté
todo el día siendo noche
como un tonto.

Deje marchar aullando, es importante,
aúlle por dentro y sordo: el lamento
es un arte de aullidos muy callados.
Hágase de esta manera y no de otra.

Deje que brote sangre tan pronto como pueda,
que todo duela, hágase así, no grite,
recuerde cómo es
el arte del lamento.

Un algo que al marchar nos hiera tanto
arrancará de cuajo cualquier piel preparada.
Una vez consumado el acto de perder,
ríase mientras su corazón se quiebra,
eso ayudará con los crujidos.

Aparte entonces
de ese algo que a más lejos más nos mata
los ojos empañados
los ojos absolútamente hundidos
los ojos sin ninguna esperanza
muevalos sin piedad hacia otro lado.

Busque entonces un bosque
recién llovido,
una cantera de mármol rosa
rodeada de zarzas,
busque telas de araña.

Use los arañazos como alivio.

domingo, septiembre 24, 2006

Dizme lucidez ayayay

Ay ene
eskandalue
alperrik da
ein kuh macht muh
pero no sirven ya o qué
ay ene
en la barra descansan
la luz es cada vez más tenue
la luz de repente es todo todo
ay ama
ze eingogu ba
¿es que acaba ya
el bacarrá en la noche?*
Pero no
yo tengo yo poseo tabaco
en enormes cantidades
como para drogar a un pueblo entero
bebe joder
déjate de ostias joder
sigue ay ene
hay un sentido en esto
joder si está claro claro
cuando llegue el sueño
y los ojos se apaguen
una nana muy dulce
con olor de agua clara
va a venir,
acaricia,
es sumamente blanda

viernes, septiembre 22, 2006

ella mira

a otro lado
ladea la cabeza
se diluye en la semana
por una falta de memoria
o porque nunca estuvo a un paso
el día en que estuvimos a un paso
y detuvimos los coches
y pensamos podría ser, no sé, puede ser
ahora ladea la cabeza
está distraida
por la música
o por otra cosa
no piensa ya podría ser, puede que,
piensa en algo que ve
al ladear la cabeza distraida

lunes, septiembre 18, 2006

Después

Es incómodo ser el caballo de Atila,
ver que detrás no queda hierba
y convertirlo todo
en un espacio yermo
sentir que lo que se destruye era
absolutamente necesario
que no hay forma
de no haber pisado
que no se puede no haber pisado.
Uno siente que los pies le arden,
que el suelo le duele mientras se deshace,
que el desierto detrás queda llorando,
que no hay consuelo y que no hay perdón.

martes, septiembre 12, 2006

Yo a veces quiero construir algo hermoso
una ínfima narcosis de palabras juntadas
que suenan dentro de la cabeza
como el ronroneo de la vida misma
escondida en un pecho, en calma, en paz
Y no resulta nada fácil.
Al final las palabras juntadas, repetidas,
no pueden ser más que el ronroneo mismo
de la vida escondida en un pecho, en calma, en paz
ni la memoria de un bosque en el extremo del mundo
sobrecoge como el bosque en el extremo del mundo

martes, septiembre 05, 2006

Ya casi es mañana

Sonríe
La hora bruja ha pasado ya
y se llevan
los brazos rotos, se llevan
las cabezas perdidas
Por las calles ajardinadas sólo se oye
el humo de un cigarro desde un balcón
los rebotes de las hojas en el suelo
las pisadas de un gato que resbala la pared abajo
Sonríe
El descanso llega como una lumbre mansa
ya casi viene la noche a deshacerte
y se llevan
los restos
sólo se oye el murmullo del rocío que nace
los rebotes de las hojas en las losas
los charquitos en las hojas y en las losas
un gato resbala la pared como agua
Deja que resbale un poco el humo
sonríe
viene la mañana mezclada y te deshace
y todo está en suspenso
como una lumbre mansa