Nana extraña
Yo tenía el cuerpo envenenado
ella la mirada azul y triste triste
Creo que sentía añoranza por días
absolutamente felices,
aunque a veces parece
que el agua de los ríos
está helada y ya está.
Me invitó a su isla-un atolón cada año
entre febrero y mayo-y me dijo:
Ayúdame un poquito. Y yo lo hice.
Unas horas se quedaron sin registrar.
No sé si navegamos por eso que
tantos llaman pecado, porque lo cierto es
que en un atolón es difícil saber
dónde está la derecha.
Mañana vuelve a ser el mañana de siempre
uno muy diferente del de ella.
ella la mirada azul y triste triste
Creo que sentía añoranza por días
absolutamente felices,
aunque a veces parece
que el agua de los ríos
está helada y ya está.
Me invitó a su isla-un atolón cada año
entre febrero y mayo-y me dijo:
Ayúdame un poquito. Y yo lo hice.
Unas horas se quedaron sin registrar.
No sé si navegamos por eso que
tantos llaman pecado, porque lo cierto es
que en un atolón es difícil saber
dónde está la derecha.
Mañana vuelve a ser el mañana de siempre
uno muy diferente del de ella.