Espera un poco, evita
el frío que llega por la escarchada acera.
Vamos a andar en la hierba
Saltamos todos los días en la hierba.
Trastablilla
al querer.
Quiero encontrarme al sur de la tarde
contigo.
Como una enredadera tejida en tu barbilla
las horas en la noche que se hubieran perdido
se hacen telas de araña y en ellas he caído.

Prometo, juro, doy todas mis palabras:
Veré About de Souffle como se ve un cyrano o un gigante soñando.
y además pensaré en cómo te vió ella a ti.
Escucharé a Devendra Banhart aunque muy distraído; no podré evitar imaginarte
e inevitablemente me gustará.
Sobre la luna: no me la quedaré. Ya sé que aún no te la he prometido
pero estoy negociando un fin de obra con ella
que se salte un menguante o un creciente o una nueva
y me acompañe haciéndose la secuestrada.
Te visitaremos y tú
debes seguirnos la corriente. No se contrata una luna así como así.

Trocánter y guarida de leopardo

El asfalto deja chapotear amarillo y gris aquí y allá.
Una onda, un tsunami me persiguen.
el epicentro: tú
que invades los balcones
que te permites dar al verde el nombre que te dicta el capricho
como una avispa de diamante te derramas
para crear un borde limpio en medio de una herida.
Con una garra sujetas mis restos
y te relames mirando hacia otro lado.
Y dices que sientes melancolía; creo que habitas
un país que intenta anclarse a ti
como intento anclarme yo para tenerte
sencillamente siempre cerca. Pero voy a mentir.
Aunque pueda mover con este brazo la corteza terrestre
para que donde estás caiga hacia donde estoy
dejaré que supongas que no me dice tanto/ya he olvidado
tu boca pequeñita, el lunar en tu hombro,
la forma exacta del lóbulo
de tu oreja derecha. Y cómo dulcemente duermes.